
Es necesario regular los derechos y la libertad, reconocer también nuestras obligaciones, basarnos en ellas y respetar la integridad y honra de los demás. Tenemos la absoluta libertad de opinar, criticar, comentar, sobre determinado tema sin recibir represión alguna.
Los ciudadanos debemos ejercer este derecho a la libertad de opinión, pero no solo para realizar comentarios o críticas destructivas que son las de mayor apogeo, al contrario si tenemos derecho a opinar, debemos plantear posibles soluciones o emitir sugerencias sobre algo que no nos sea satisfactorio.
Es necesario que tantos periodistas como medios de comunicación, basen su profesión en parámetros éticos que dirijan sus actividades, pues lamentablemente cuando los seres humanos tenemos demasiadas libertades solemos confundirlas con un libertinaje.
Es indispensable que para evitar confrontaciones con la sociedad, se elabore una norma por parte del Estado en la cual claramente se especifique los límites hasta donde un periodista o un medio de comunicación pueden llegar, pero es necesario que esta sea totalmente parcial, que si bien permita ejecutar una labor periodística libremente, también responda a la protección de los derechos y a la integridad de todos los ciudadanos.
El periodista, siendo la voz del pueblo, debe ser muy cuidadoso al momento de dar su opinión, pero no por ello maquillarla o direccionarla a su conveniencia o a la del medio de comunicación en el que labora. Debe tener en cuenta de que en él se ven representados muchos ciudadanos y no puede defraudarlos, es realmente una tarea muy difícil, pero debe realizarla con mucha ética y sin daños a terceros.
Una norma que permita controlar, más no dirigir la opinión de los periodistas o los medios de comunicación es lo que nuestro país necesita. Las frases bruscas y los insultos a los cuales cada sábado recurre el Presidente en su cadena semanal no son la solución a un problema de libertades y derechos mal concebidos, al contrario lo único que se logra es seguir creando mayores conflictos e incluso llegar a dañar a terceros. La opinión tiene mucha fuerza, más aún cuando viene de un líder que representa a multitudes y direcciona la opinión pública, la autoridad debe hacerse respetar, pero no en base de miedos o actos violentos, definitivamente el respeto no se exige, se gana.
En nuestra vida cotidiana por más de una ocasión exigimos el derecho a expresarnos en nuestros hogares, de decir lo que sentimos sin miedo de que nuestros padres nos corrijan; también tenemos el derecho de hacerlo ante la sociedad, pero con un fundamento válido de por medio y ante todo con la conciencia de que lo que vamos a decir no afecte a otra persona.
Las estrategias y tácticas que se empleen para regular las libertades y derechos deben garantizar que si bien van a establecer un límite, tampoco se conviertan en una barrera que nos impida expresarnos de acuerdo a nuestros ideales, creencias o convicciones, estas deben ser respetadas.
Los ciudadanos debemos ejercer este derecho a la libertad de opinión, pero no solo para realizar comentarios o críticas destructivas que son las de mayor apogeo, al contrario si tenemos derecho a opinar, debemos plantear posibles soluciones o emitir sugerencias sobre algo que no nos sea satisfactorio.
Es necesario que tantos periodistas como medios de comunicación, basen su profesión en parámetros éticos que dirijan sus actividades, pues lamentablemente cuando los seres humanos tenemos demasiadas libertades solemos confundirlas con un libertinaje.
Es indispensable que para evitar confrontaciones con la sociedad, se elabore una norma por parte del Estado en la cual claramente se especifique los límites hasta donde un periodista o un medio de comunicación pueden llegar, pero es necesario que esta sea totalmente parcial, que si bien permita ejecutar una labor periodística libremente, también responda a la protección de los derechos y a la integridad de todos los ciudadanos.
El periodista, siendo la voz del pueblo, debe ser muy cuidadoso al momento de dar su opinión, pero no por ello maquillarla o direccionarla a su conveniencia o a la del medio de comunicación en el que labora. Debe tener en cuenta de que en él se ven representados muchos ciudadanos y no puede defraudarlos, es realmente una tarea muy difícil, pero debe realizarla con mucha ética y sin daños a terceros.
Una norma que permita controlar, más no dirigir la opinión de los periodistas o los medios de comunicación es lo que nuestro país necesita. Las frases bruscas y los insultos a los cuales cada sábado recurre el Presidente en su cadena semanal no son la solución a un problema de libertades y derechos mal concebidos, al contrario lo único que se logra es seguir creando mayores conflictos e incluso llegar a dañar a terceros. La opinión tiene mucha fuerza, más aún cuando viene de un líder que representa a multitudes y direcciona la opinión pública, la autoridad debe hacerse respetar, pero no en base de miedos o actos violentos, definitivamente el respeto no se exige, se gana.
En nuestra vida cotidiana por más de una ocasión exigimos el derecho a expresarnos en nuestros hogares, de decir lo que sentimos sin miedo de que nuestros padres nos corrijan; también tenemos el derecho de hacerlo ante la sociedad, pero con un fundamento válido de por medio y ante todo con la conciencia de que lo que vamos a decir no afecte a otra persona.
Las estrategias y tácticas que se empleen para regular las libertades y derechos deben garantizar que si bien van a establecer un límite, tampoco se conviertan en una barrera que nos impida expresarnos de acuerdo a nuestros ideales, creencias o convicciones, estas deben ser respetadas.
Es indispensable regular a los medios, pero de manera correcta usando las herramientas indicadas, no con miedos e insultos.
los medios de comunicación no deben responder a conveniencias, tampoco deben venderse al mejor postor... porque al igual que dices tu, pienso que son la voz del pueblo; que lejos de generar conflictos,chismes y problemas; deben aportar con soluciones que beneficien al desarrollo de la sociedad... también es cierto que los insultos no conducen a ningún lado...
ResponderEliminarEl estado no debe intentar regular la información de los medios privados y tampoco estos medios deben limitar y realizar censura previa... El pueblo es el que debe decir la calitad del contenido de la información que reciben por parte de los Medios de Comunicación...
ResponderEliminar